Si Eva hubiera escrito el Génesis
¿cómo sería la primera noche de amor del género humano?
Eva hubiera puesto algunos puntos sobre las ies
quizás, digo yo, no sé
hubiera aclarado que ella no nació de ninguna costilla
que no conoció a ninguna serpiente
que no ofreció nunca ninguna manzana a nadie
y que nadie le dijo "parirás con dolor y tu marido te dominará"
y que todo eso, diría Eva, no son más que calumnias
que Adán contó a la prensa.

E. Galeano

viernes, 15 de enero de 2010

¿Y dónde está la discriminación? La tengo aquí, en la punta de la lengua

por El Cuarto de Tula

El sexismo es la discriminación hacia la mujer por el solo hecho de ser mujer: el hombre es lo máximo y la mujer, por ser mujer, es algo imperfecto e inferior. Mucha gente piensa que el sexismo sea algo del pasado, de cuando el nacimiento de una niña era vivido como una desgracia, o algo de culturas lejanas y muy diferentes de la nuestra: mujeres obligadas a esconderse detrás de un burqa, ese vestido que tapa por completo el cuerpo, desde la cabeza hasta los pies (en Afganistán) o a las cuáles se practica la mutilación genital femenina para que no puedan sentir placer sexual y se acuesten sólo con quién deben, o sea el esposo (en algunos países de África e Medio Oriente). Sin duda tenemos que luchar juntas y juntos con todas las mujeres que se encuentran en esas situaciones, y sin dejar que sean manipuladas por los intereses (machistas) del capital y del imperialismo: recordemos que entre las excusas por las cuales Estados Unidos invadió Afganistán, estaba la misión “para salvar a la mujer” de la opresión ejercida en su contra por parte del régimen talibán; sin embargo la situación de las mujeres afganas, tras los años de ocupación militar estadounidense, no ha mejorado para nada.
Pero probemos ahora a mirar aquí, alrededor nuestro. ¿Vivimos, hombres y mujeres, en condiciones de paridad? Tratemos de analizar algo que hacemos todos los días: hablar. A través de las palabras, sin darnos cuenta, estamos reflejando y reproduciendo la forma de pensar, de sentir y de actuar colectiva, de nuestra cultura. ¿Es nuestra cultura libre de sexismo? Vamos a ver.
1) FEMENINO ES PEOR. Vean ustedes una pequeña muestra de cómo cambia el significado de ciertas palabras, al declinarlas al masculino o al femenino:

ZORRO: héroe justiciero
ZORRA: … AVENTURERO: arriesgado, valiente
AVENTURERA: …
PERRO: mejor amigo del hombre
PERRA: … HOMBRE PÚBLICO: personaje prominente; funcionario público
MUJER PÚBLICA: …
2) LAS MUJERES NO EXISTEN. No hay problemas en denominar al femenino las profesiones consideradas “inferiores”: secretaria, enfermera, maestra… pero, sí hay resistencia cuando se trata de profesiones “de más prestigio” o que implican un cierto grado de poder sobre otros: no se habla de médicas, ni de ingenieras, ni de arquitectas o magistradas…
3) LAS MUJERES SON INVISIBLES.
- Niños, tomen su cuaderno y su lápiz y escriban todos… Pero, María, ¿no me escuchaste?
- Yo soy una niña.
Nuestra Constitución, en 1999, incluyó la perspectiva de género: ya no se habla sólo de “ciudadanos”, sino de “ciudadanas y ciudadanos”. Las mujeres ya no somos invisibles, para la Carta Magna. Pero mucho trabajo nos queda por hacer, en lo cotidiano: porque es en el día a día que hablamos y hablamos, reflejando con el lenguaje nuestra cultura. La reflejamos y la reproducimos: si hay algo equivocado, y no hacemos algo para el cambio, somos cómplices. Ser conscientes del sexismo presente en nuestra manera de hablar, es un primer paso.
Por: Tula